Nuestra realidad ha sido bombardeada por millones de anuncios que no solo venden productos sino nuevas formas de vida. La creación de éstas nuevas formas de vida se han convertido en uno de los negocios más grandes del mundo.

Los escaparates eran contenedores de opciones para que nosotros pudiésemos satisfacer nuestros deseos y perversiones. Ahora éstas vitrinas no solo contienen objetos para nuestra adquisición, sino que nosotros nos hemos convertido en proyecciones de los objetos en el escaparate.

Renovarse es una posibilidad maravillosa. No obstante, hoy no compramos objetos sino nos convertimos en ellos.